Bueno... ya me conocen ya saben como soy. Desde que era pequeño empecé a encontrar cierto placer por oler mi ropa interior, yo soy uncut y suelo dejar residuos de orina después de ir al baño. (y eso que me la sacudo mucho) entonces supongo que eso provoca que huelan mucho. Desde pequeño y actualmente lo hago... me los quito después de haberlos usado y directo van para mi nariz. ¿a ustedes les pasa lo mismo?
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ForoX: RELATOS · EXPERIENCIAS · FOTOS
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Yo tendría como 17 o 18 años (actualmente tengo 45), cuando fueron a la casa un par de albañiles a hacer unas reparaciones; uno de ellos, Mauricio, era un joven moreno, de ojos color aceituna, cabello chino y cuerpo fibrado, con músculos marcados, pero no en exceso, cuando felxionaba sus brazos se marcaban los biceps y una venita que los recorría desde el hombro; era lampiño del torso, lo sabía porque varias veces lo ví trabajar sin camisa. Cuento todo esto esto porque había dos cosas que me prendían inmediatamente: verlo sudar y que al levantar el brazo para secarse la frente, exhibiera el vello rizado de su axila en ese omento lo único que quería era enterrar mi nariz ahí y oler. La otra cosa que me prendía, era ver como se asomaban sus calzones cuando se inclinaba por algo.
Una día terminaron temprano de trabajar, el otro albañil se fue y Mauricio me pidió permiso para bañarse. No logro recordar por qué, pero se cambió en el cuarto y se metió al baño, dejando afuera el short negro que siempre traía y unos calzones grises que se notaban muy usados. Cuando vi esa ropa en el cuarto y con la seguridad de que nadie me veía, no pude evitarlo: de forma autómata tomé los calzones y los olí.
En los segundo que duró esto, pude notar el calor de la ropa, olía a sudor, a orines, era un aroma acre, nada desagradable, incluso, parecía que el calzón aún guardaba la forma de sus huevos. Fue aun experiencia inolvidable, tuve una erección inmediata y me masturbé ese día varias veces, recordando el calor y aroma de esa prenda. El olor a miados no era excesivo, al contrario, muy sutil; resaltaba el aroma a sudor, a sus huevos, algo salitroso, y con un toque ácido, pero sin duda, muy, muy excitante. Acaricié la prenda, imaginando la forma de su verga y preguntándome si la tendría circuncidada. Fue una experiencia única.
Usar los calzones de otros da un morbo muy rico el sentir la prenda es una sensación muy placentera, cuando era niño e iba a la casa de los conocidos mayores entraba a sus baños para hacer las necesidades y veía los cestos de ropa sucia veía sus calzones y me los ponía se sentía riquísimo tanto el calzón y la imaginación de como le quedaba cuando se las ponía